viernes, 23 de octubre de 2009

ROTATIVA MINISTERIAL

Durante el gobierno de José Manuel Balmaceda, la rotativa ministerial alcanzo grados tan altos que llevaban a situaciones insólitas. Le ocurrió esto a un humilde párroco, que obtuvo una subvención para su parroquia en el ministerio de relaciones y culto.

Temiendo un cambio de ministerio, se apresuró a pedirle al ministro Juan Castellón la subvención, a lo que le respondió: "No tema eso señor cura, porque Balmaceda nos ha asegurado que terminara su gobierno con nosotros, y para eso faltan más de dos años".

El ministerio cayó antes de firmar el decreto de la subvención, el cura obtuvo de su sucesor Eduardo Matte la promesa de firmar el papel, pero como tardaba en hacerlo lo increpo a firmar el papel en es mismo momento, a lo que el ministro respondió:
"¡Que curita tan apurón! ¿no le he dicho que su dinero esta seguro?"
"¿Y si sobreviene un cambio de ministerio?"
"No lo tema señor cura, el Presidente nos ha dicho que su deseo es terminar su gobierno con su actual gabinete, vuelva dentro de cuatro días y estará firmado"

El cura prefirió esperar para firmar el documento en el acto, hasta que a las 12:30 llegó el subsecretario a darle una noticia: el ministerio había renunciado y el ministro no volvería para firmar. Organizado el nuevo ministerio por Belisario Prats, el cura le dirigió a él sus dudas sobre su duración, a lo que dijo Prats:
"No hay cuidado sobre nuestra estabilidad, porque Balmaceda nos ha repetido que esta resuelto a concluir su gobierno con nosotros".
"¿Eso les ha dicho?" -replico con ironía el cura- "Entonces hoy mismo preparen sus maletas. ¡A usted cierto, le acaban de declarar la muerte!"

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